Un juez rechazó este miércoles la solicitud de Britney Spears de retirarle a su papá la tutela.
La decisión judicial se conoció apenas una semana después de la petición formulada por Spears, cuya fortuna está calculada en unos 60 millones de dólares.
El fallo estima que el patrimonio de Britney debe seguir siendo controlado y conservado por su padre Jamie Spears.
La cantante solicitó la pasada semana poner fin a la tutela legal por la que su padre controla su vida desde hace 13 años, al considerarla “abusiva” y “absurda”.
“Esta tutela está pagando el sueldo de mucha gente. Estoy harta”, aseguró la cantante. Durante la intervención telefónica hizo declaraciones como: “no soy feliz”, “no puedo dormir” y “me sentí drogada”.
Se trata de la primera vez que Spears se opuso públicamente al control que su padre ejerce sobre aspectos públicos y privados de su vida por una decisión judicial que se remonta al año 2008, tras una etapa de comportamiento errático.
Por su parte, James Spears pidió en las últimas horas al juzgado, que investigara las denuncias formuladas por la artista en su declaración.
El tutor de la estrella del pop entregó el martes por la noche unos documentos en los que asegura que no ha tenido poder sobre Britney en los últimos años.
Además solicitaba que se investigaran sus “alegaciones serias sobre trabajo forzado, terapia médica forzada, cuidado médico inadecuado y privación de derechos personales”.
James Spears dijo a través de su abogado en la audiencia que lamentaba ver que su hija pasara por tanto dolor.
Agregó que es forzoso que “todos los involucrados tengan una oportunidad total y justa de responder a las acusaciones y reclamos que se han hecho contra ellos”.
Solo queremos que Britney sea feliz y libre de sus propias decisiones, ¿no?